La luna simboliza nuestra percepción clara de lo que nos da placer o dolor, que nos permite defendernos en el mundo. Son las herramientas de sensibilidad con uno mismo que uno ha de desarrollar para salir al mundo empoderado. Fuente de alimento y seguridad emocional que uno puede desarrollar su signo nos habla de una cualidad que, una vez identificado. En la actualidad este principio está menospreciado, por lo que uno debe de realizar un trabajo consciente para restablecer esta sensibilidad dormida.
- ¿Qué es lo que me hace sentir como en casa? / ¿Qué me hace sentir en peligro?
- ¿Cual es la necesidad fundamental que tengo en el proceso terapéutico? Ser validado, escuchado, reconocido, la escucha de mi deseo.
¿Sabes cuál es tu Luna Natal? Aquí encontrarás interpretación de cada una de las Lunas Astrológicas:
Simboliza la luz propia e individual que hemos de encontrar en soledad y que requiere vitalidad y confianza más allá de la aprobación de los otros. Esta luz generosa que yo puedo expandir socialmente requiere que esté en contacto con mi verdad interna. Requiere haber entrado previamente en el interior y sanado lo relacionado con el pasado y la familia, simbolizado por la luna astrológica. La fuerza salvaje que uno necesita para sostener la propia singularidad en el mundo, requiere un cierto egoísmo que permite ir más allá de la seguridad que me da la pertenencia al grupo.
Una vez que realizamos este proceso de discriminación entre los deseos del otro (la familia) y los propios, ya tenemos la libertad suficiente para ir al vínculo y no perdernos en él. Entonces podemos desarrollar una “inteligencia vincular”. Ya estamos preparados para negociar y considerar la percepción de dos deseos al mismo tiempo. Esta capacidad permite “volver al vínculo” con mayor confianza y diferenciación, es el Ascendente.
El ascendente habla de lo que yo no percibo de mi, pero que el otro ve claramente. Es una verdad a integrar a partir de lo que el otro nos muestra
Luna: orígenes
Sol: identidad
Ascendente: destino
Esta página ha sido escrita durante los últimos eclipses en Leo-Acuario donde se acabaron de asentar en nuestro interior diferentes niveles de la inteligencia vincular. Leo es reconocer un talento y creatividad propios (lo que nos hace únicos y hemos de valorar), que al ser compartido con los otros (Acuario) se ha de re-significar y pasar por un proceso de negociación. El eje Leo-Acuario es una manera de nombrar un movimiento continuo de la energía vital en nuestros vínculos, que como humanos nos cuesta integrar y por lo tanto frenamos la dinámica identificándonos con uno de estos polos. Esta fijación nos dificulta creer en nosotros mismos (Leo) o compartir con los otros por miedo a la invasión (Acuario).
Después de identificar por qué polo estamos fascinados y cual rechazamos, podemos iniciar el trabajo de integración del otro polo para tener una visión holística de la situación.
Clica aquí para ver un vídeo de la diferencia entre luna sol y ascendente. Y si tienes conocimientos básicos/intermedio, puedes tomar el curso de Interpretación I utilizando estos elementos:
